Para mantenerse vivo, el patrimonio cultural debe seguir siendo pertinente para una cultura y ser practicado y aprendido regularmente en las comunidades y por las generaciones sucesivas.
Este taller es parte de un proyecto sub-regional implementado en Belice, Jamaica y Trinidad y Tobago como parte de la estrategia global de la UNESCO para fortalecer las capacidades en el campo del patrimonio cultural inmaterial.
Ambas instituciones comparten el mismo compromiso respecto al rol central de la cultura en el desarrollo humano, y reconocen la diversidad cultural como fuente de riqueza y de durabilidad.